TORRE LOIZAGA

Introducción

Enclavada en un cautivador paraje de la comarca vizcaína de las Encartaciones, Torre Loizaga es obra del empresario y coleccionista Miguel de la Vía, quien vislumbró a través de las ruinas del otrora bastión defensivo de  los Ochoa García de Loyzaga , un nuevo y majestuoso conjunto arquitectónico.  El viejo enclave,  testigo de las luchas de bandos que enfrentaron en el siglo XIV a los linajes más poderosos del territorio de Bizkaia,  trocó en un escenario de nuevo significado histórico donde confluyen una vibrante naturaleza, una extraordinaria construcción y un proyecto personal irrepetible.

A lo largo de numerosos cuadernos de bocetos,  el temperamento artístico del Fundador  iba dotando de nuevas formas a los vestigios de la torre, un trabajo que  culminaría en el año 1985 con el comienzo de las obras a manos de maestros canteros y constructores que,  de manera artesanal,  recrearon en clave romántica un recinto amurallado presidido por la restaurada torre coronada por almenas. Sobre  el  foso ajardinado que rodea el edificio principal, desde donde se accede a las construcciones adyacentes, un puente levadizo se abre hacia un jardín poblado por hayas, robles, castaños y olivos centenarios provenientes de otras tierras.

Acometer esta empresa supondría un reto titánico para el común de las personas, pero no para el carácter vigoroso y audaz de Miguel de la Vía que, a medida que las obras avanzaban, iba concibiendo un nuevo proyecto movido por su temprana afición y pasión por los automóviles. Se propuso crear en el hogar de sus antepasados una colección  de coches que durante décadas han sido distintivo de calidad, perfección y lujo, aquellos  fabricados por la firma Rolls-Royce. El éxito de la empresa viene avalado por  el hecho de que logró reunir,  al menos,  un modelo de cada uno de los construidos por la compañía bajo titularidad  británica al tiempo que   atesoraba otro  compendio de iconos de la automoción de prestigiosas marcas que se extiende desde los albores de la era del automóvil hasta nuestros días.

Torre Loizaga es unánimemente aclamada como una de las joyas del patrimonio cultural de Bizkaia, un legado único respetado en el ámbito internacional por su enorme atractivo histórico y arquitectónico. Pocos lugares poseen la magia de fusionar en un mismo espacio el medievo y la mecánica, artesanía y tecnología, la historia de la comarca  y la evolución técnica del automóvil. La permanencia de una obra única e irrepetible creada desde la pasión, el empeño y la excelencia se erige en principal valor para los que aspiramos a mejorar nuestra comarca mediante acciones de impacto cultural y turístico capaces de preservar y conservar una obra universal.

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